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Vacunación en el adulto mayor: importancia, mitos y realidades

Actualizado: 25 ene

La vacunación es una de las herramientas de salud pública más efectivas para reducir la incidencia y la gravedad de diversas enfermedades infecciosas. En el caso de las personas adultas mayores, el envejecimiento del sistema inmunológico las hace más vulnerables a padecer complicaciones. En este texto, exploraremos por qué la vacunación es fundamental en esta etapa de la vida, cuáles son los esquemas recomendados y qué mitos comunes deben ser desmentidos para promover una mejor calidad de vida.



1. ¿Por qué es importante la vacunación en el adulto mayor?

  1. Envejecimiento del sistema inmune

    • A medida que cumplimos años, nuestro sistema inmunitario pierde efectividad, volviéndonos más susceptibles a infecciones como influenza, neumonía y COVID-19 [1].

    • La vacunación optimiza las defensas del organismo, reduciendo el riesgo de contraer enfermedades y evitar hospitalizaciones prolongadas.

  2. Reducción de la pérdida funcional

    • Una infección respiratoria puede desencadenar complicaciones que afecten la movilidad y la capacidad de realizar actividades diarias.

    • Estudios señalan que una hospitalización prolongada en el adulto mayor puede conllevar pérdidas notables en la funcionalidad, dificultando la recuperación y acelerando la dependencia [2].

  3. Protección colectiva

    • Al vacunarse, no solo se protege al individuo, sino que se contribuye a la protección de la comunidad. Esto es especialmente valioso en ambientes donde conviven varias generaciones.

2. Esquema de vacunación recomendado en el adulto mayor

  1. Influenza

    • Vacunación anual: se recomienda a todas las personas mayores de 65 años, preferentemente antes de la temporada de invierno, para garantizar la protección durante el periodo de mayor circulación del virus [3].

    • Algunas vacunas están diseñadas específicamente para este grupo (vacunas de dosis alta o cuadrivalentes), buscando una respuesta inmune más fuerte.

  2. Neumococo

    • Existen dos tipos de vacunas neumocócicas:

      • Conjugadas (PCV13/PCV15/PCV20, según disponibilidad y normativas).

      • Polisacáridas (PPSV23).

    • La pauta a seguir depende de factores como el historial de vacunación y las comorbilidades del paciente. Un médico evalúa cuál es la mejor estrategia para cada caso [4].

  3. COVID-19

    • Además de completar el esquema primario (según las indicaciones de cada vacuna), se recomiendan dosis de refuerzo periódicas.

    • Especialmente en quienes presentan enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión, enfermedad cardiovascular), mantener un nivel óptimo de anticuerpos disminuye el riesgo de complicaciones severas [5].

  4. Herpes Zóster (a.k.a. culebrilla)

    • Se recomienda la vacunación contra el herpes zóster en adultos mayores, generalmente a partir de los 60 años, según las guías vigentes y la disponibilidad de vacunas.

    • Ayuda a prevenir brotes dolorosos de culebrilla y sus posibles complicaciones, como la neuralgia postherpética. Se aconseja consultar con el profesional de la salud para determinar la edad y el esquema más adecuados.

3. Mitos y realidades sobre la vacunación en el adulto mayor

A pesar de las recomendaciones médicas, aún persisten diversas creencias erróneas que pueden mermar la aceptación de las vacunas. A continuación, desmontamos algunos mitos comunes.

Mito 1: “Si nunca me he enfermado, no necesito vacunarme.”

Realidad:El hecho de no haber padecido enfermedades graves no significa que se tenga una inmunidad completa. Con la edad, la capacidad de respuesta inmunológica disminuye, por lo que el riesgo de complicaciones aumenta. La vacunación sigue siendo una herramienta preventiva esencial.

Mito 2: “Las vacunas causan la misma enfermedad que buscan prevenir.”

Realidad:Las vacunas contienen virus o bacterias inactivados, atenuados o fragmentos de estos. No pueden causar la infección original, sino que “entrenan” al sistema inmunológico para que reconozca y combata al patógeno real cuando entre en contacto con él.

Mito 3: “La vacunación en la vejez no surte efecto.”

Realidad:Si bien el sistema inmune de una persona mayor puede responder en menor medida que en etapas más tempranas de la vida, la protección obtenida sigue siendo significativa y reduce de manera importante el riesgo de formas graves de la enfermedad y hospitalizaciones.

Mito 4: “Los efectos adversos de las vacunas son muy peligrosos.”

Realidad:La mayoría de los efectos secundarios son leves y transitorios (dolor en el brazo, fatiga o febrícula). Los eventos adversos graves son poco frecuentes. Por otro lado, las complicaciones de contraer influenza, neumonía o COVID-19 pueden ser mucho más graves, justificando ampliamente la recomendación de vacunarse.

Mito 5: “Una vez que me vacuno, quedo protegido de por vida.”

Realidad:Algunas vacunas, como la de la influenza, deben aplicarse cada año debido a los cambios que sufre el virus. En el caso del neumococo, pueden necesitarse refuerzos o vacunas secuenciales, dependiendo de la valoración médica y el historial de vacunación. Para COVID-19, se aconsejan refuerzos periódicos.

4. Conclusiones

La vacunación en el adulto mayor es clave para prevenir complicaciones de enfermedades respiratorias frecuentes y potencialmente graves. Mantener los esquemas de vacunación al día, según las indicaciones de los profesionales de la salud, permite minimizar el riesgo de hospitalizaciones y el deterioro funcional que puede derivarse de ellas.

Desmentir los mitos en torno a la vacunación promueve la aceptación informada de una medida preventiva esencial para alargar la vida con la mejor calidad posible.

 

Referencias (estilo Vancouver)

  1. Aw D, Silva AB, Palmer DB. Immunosenescence: emerging challenges for an ageing population. Immunology. 2020;159(2):154–164.

  2. Landi F, Gremese E, Bernabei R, et al. Post-acute sequelae of COVID-19 in older people: a narrative review. Eur Geriatr Med. 2022;13(5):979–986.

  3. Grohskopf LA, Alyanak E, Ferdinands JM, et al. Prevention and Control of Seasonal Influenza with Vaccines: Recommendations of the Advisory Committee on Immunization Practices—United States, 2022–23 Influenza Season. MMWR Recomm Rep. 2022;71(1):1–28.

  4. Torres A, Menéndez R, España PP, et al. New guidelines for hospital-acquired and ventilator-associated pneumonia: relevance for elderly patients. Aging Clin Exp Res. 2021;33(3):671–678.

  5. World Health Organization (WHO). Interim recommendations for use of the Pfizer–BioNTech COVID-19 vaccine, BNT162b2, under Emergency Use Listing. 2021 [citado 2025 Ene 21]. Disponible en: https://www.who.int/publications/i/item/WHO-2019-nCoV-vaccines-SAGE-recommendation-BNT162b2

 
 
 

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