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Fragilidad: 5 puntos para su valoración

Actualizado: 8 abr




La fragilidad es un síndrome geriátrico caracterizado por una disminución de la reserva funcional y una mayor vulnerabilidad ante factores estresantes, lo que incrementa el riesgo de eventos adversos como caídas, hospitalizaciones, discapacidad y mortalidad.


Importancia de la Detección de la Fragilidad

Identificar la fragilidad en etapas tempranas es esencial para implementar intervenciones que mejoren la calidad de vida y reduzcan complicaciones en las personas mayores. Una evaluación adecuada permite desarrollar planes de cuidado personalizados y prevenir la progresión hacia estados de mayor dependencia.

Cinco Datos Clínicos para la Detección de la Fragilidad

  1. Pérdida de peso no intencionada: Reducción de más del 5% del peso corporal en el último año sin cambios en la dieta o actividad física.

  2. Debilidad muscular: Disminución de la fuerza de agarre, evaluada mediante dinamometría.

  3. Fatiga o agotamiento: Sensación frecuente de cansancio o falta de energía en actividades cotidianas.

  4. Lentitud en la marcha: Velocidad de caminata reducida, generalmente inferior a 0.8 m/s en pruebas de marcha de 4 metros.

  5. Baja actividad física: Participación mínima en actividades físicas o ejercicio regular.

Estos criterios forman parte del Fenotipo de Fragilidad propuesto por Linda Fried y colaboradores, ampliamente utilizado en la práctica clínica.

Escalas de Evaluación de la Fragilidad

  • Escala FRAIL: Consiste en cinco ítems que evalúan Fatiga, Resistencia, Ambulación, Enfermedades y Pérdida de peso. Cada ítem se puntúa con 0 o 1, clasificando a los individuos en robustos (0 puntos), pre-frágiles (1-2 puntos) y frágiles (3-5 puntos).

  • Escala de Fragilidad Clínica (CFS): Evalúa la fragilidad en una escala del 1 al 9, desde la plena salud hasta la terminalidad. Se centra en aspectos como la movilidad, el equilibrio y la capacidad para realizar actividades cotidianas. 


🎯 Conclusión: Prevención y manejo centrado en la funcionalidad


La fragilidad no es una consecuencia inevitable del envejecimiento, sino un síndrome prevenible y potencialmente reversible con intervenciones oportunas. El enfoque debe dirigirse a mantener la funcionalidad y la independencia del adulto mayor, priorizando:

  • Ejercicio multicomponente (fuerza, equilibrio y resistencia) para preservar la masa muscular y la movilidad [1].

  • Nutrición adecuada, con énfasis en proteínas y suplementos (ej. vitamina D) cuando sea necesario [2].

  • Revisión de la polifarmacia para reducir medicamentos inapropiados que aumentan el riesgo de caídas o deterioro cognitivo [3].

  • Estimulación cognitiva y social, clave para evitar el aislamiento y el declive acelerado [4].

Estudios demuestran que programas integrales (ej. Geriatric Giants Clinics) reducen hasta un 30% la progresión a discapacidad grave [5]. Como profesionales, cuidadores y sociedad, debemos trabajar en la detección precoz y en estrategias que empoderen al adulto mayor, porque envejecer con calidad de vida es siempre el objetivo.

¿Quieres saber más sobre intervenciones específicas? ¡Puedes escribirme! 📲💡 También estar al pendiente de las publicaciones en mis redes sociales donde estaré dando tips y consejos para su detección, prevención y tratamiento.



 

Referencias

  • Allison R, Assadzandi S, Adelman M. Frailty: Evaluation and Management. Am Fam Physician. 2021;103(4):219-226.

  • Church S, Rogers E, Rockwood K, Theou O. A scoping review of the Clinical Frailty Scale. BMC Geriatrics. 2020;20(1):1-8.

  • Ensrud KE, Ewing SK, Taylor BC, et al. Comparison of 2 frailty indexes for prediction of falls, disability, fractures, and death in older women. Arch Intern Med. 2008;168(4):382-389.

  • Morley JE, Malmstrom TK, Miller DK. A simple frailty questionnaire (FRAIL) predicts outcomes in middle aged African Americans. J Nutr Health Aging. 2012;16(7):601-608.

  • Dent E, Kowal P, Hoogendijk EO. Frailty measurement in research and clinical practice: A review. Eur J Intern Med. 2016;31:3-10.

  • Clegg A, Young J, Iliffe S, Rikkert MO, Rockwood K. Frailty in elderly people. Lancet. 2013;381(9868):752-762.

  • Rockwood K, Song X, MacKnight C, et al. A global clinical measure of fitness and frailty in elderly people. CMAJ. 2005;173(5):489-495.

  • Fried LP, Tangen CM, Walston J, et al. Frailty in older adults: evidence for a phenotype. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2001;56(3):M146-M156.

  • Abellan van Kan G, Rolland Y, Bergman H, et al. The I.A.N.A Task Force on frailty assessment of older people in clinical practice. J Nutr Health Aging. 2008;12(1):29-37.

  • Rodríguez-Mañas L, Féart C, Mann G, et al. Searching for an operational definition of frailty: a Delphi method based consensus statement. The Frailty Operative Definition-Consensus Conference Project. J Gerontol A Biol Sci Med Sci. 2013;68(1):62-67.


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